Elaborado
por Eladio Contreras Reyes,
Ciudadano
Cada vez que se
aproximan las elecciones legislativas y municipales, se pone en la palestra
dominicana, el tema del voto preferencial. En esta coyuntura, aunque estamos a
más de 2 años de las elecciones, el argumento es que se está debatiendo la Ley
de Partidos.
El voto preferencial ha
funcionado de manera muy parcial, ya que solamente se ha aplicado en la
selección de los diputados. Pero se ha hecho sobre la base en que también se ha
tomado en cuenta el voto acumulativo o total de los partidos políticos, lo que
ha provocado que en algunos casos un candidato A, a nivel individual ha
obtenido más votos que un candidato B, pero ese candidato B se ha beneficiado
porque el partido al que pertenece, al hacer la sumatoria de votos alcanzados y
dividirlos entre los candidatos postulados, el cociente de esa división le da
mayoría de votos al candidato B, lo que es una distorsión de lo que debería ser
el voto preferencial.
Pero
como todo no es completamente bueno, hay quienes argumentan de que el voto
preferencial no es la mejor opción a la hora de elegir los representantes
legislativos y municipales, y abogan por las llamadas listas cerradas. Entre
los argumentos están que se fomenta la corrupción y de que genera
enfrentamientos entre candidatos del mismo partido.
Lo de
lista cerrada se refiere a que los partidos presentan una lista de candidatos,
ordenados de forma tal, que el elector vota por la lista completa, y
dependiendo de los votos totales por partidos es que se van asignando las
posiciones ganadas por cada partido. La elección de un candidato en particular,
va depender de cual lugar ocupa en la lista.
En esa
modalidad, el elector NO ELIGE directamente al legislador o al regidor.
El
tema es complejo, porque entre otras cosas,
el voto preferencial verdaderamente democrático, le quita la potestad a las
cúpulas partidarias de establecer las listas cerradas, donde atendiendo el
orden de colocación y las votaciones históricas de los partidos, de antemano se
sabía quién ganaba y quién no.
Aunque
hay quienes plantean una variante: Es que el orden de presentación de los
candidatos de los partidos en las listas cerradas, se haga atendiendo la
votación que haya obtenido el candidato en su respectiva primaria o convención
interna.
La
propuesta luce equilibrada, pero me parece que sería inconstitucional, en el
sentido de que le estaría violando al elector, el derecho se seleccionar
individualmente al candidato de su preferencia. La propuesta es volver a las
listas cerradas, pero bajo el disfraz de la votación de las primarias.
Uno se pregunta ¿Cuál fue la intención del legislador al
establecer el voto preferencial?
Creo
que era de permitir que cada elector seleccionara individualmente al candidato
a regidor, diputado, alcalde, senador, etc., de su preferencia.
Ahora bien: Ante el argumento de que el voto preferencial
genera enfrentamiento a lo interno de los partidos, sugiero que se haga una
ligera modificación a la forma de votación.
Sería la siguiente: Que el elector tenga la posibilidad de
seleccionar por circunscripción, hasta el número de regidores y/o diputados que
tenga la misma. Es decir, si en una circunscripción hay 7 diputados, el elector
podrá elegir de 1 hasta 7 diputados, y fin de la discusión.
Nosotros
creemos que los conflictos políticos y electorales tienen que resolverse por
las vías puramente democráticas: Que el votante ( el pueblo ) sea el juez
supremo.
Yo quiero el voto preferencial a todos los niveles: No al
arrastre. (si alguien me demuestra que estoy equivocado, estoy dispuesto a
cambiar de opinión).
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