Elaborado por:
Eladio Contreras R.
Director Editorial
Los empresarios dominicanos parece que están pagando el haber participado con mucho entusiasmo y alegría en algunas actividades con los precandidatos ( Hipólito Mejía y Miguel Vargas ) a la Presidencia de la República, del Partido Revolucionario Dominicano. Desde el Palacio Nacional parece que se entiende que hay entendimientos entre empresarios y oposición que van más alla de las coincidencias casuales.Ya nadie cree el cuento de que personalidades de la vida empresarial y política lleguen casi juntos a restaurantes famosos y que para reducir la cuenta coman en la misma mesa. Eso ha provocado la ira oficial que está llevando a que se pierda la objetividad y la compostura de funcionarios públicos, comenzando con el número uno.
Desde hace unos dias se está percibiendo una especie de falta de sincronización en pronunciamientos y acciones de los altos funcionarios de Estado Dominicano ( de los tres poderes del Estado ).
El primero que puso su nota disonante lo fue el Presidente de la República, cuando tratando de justificar "conceptualizadamente" no darle el 4% del PBI a educación, sencillamente desató la campaña cívica más impactante en la Rep. Dom. de los últimos 20 años: La lucha de las sombrillas amarillas y todo lo que sea amarillo. Para defender a su jefe, todos los funcionarios, aun aquellos con tradición y vida en el sector educativo, apoyaron los pronuciamientos del Presidente, no sabiendo parece que se rebajaban como profesionales y ciudadanos, sólo por estar en su carguito.
Hace unos dias, el Gobernador del Banco Central, una persona que casi siempre está en un perfil bajo y de poca conflictividad, le lanzó una andanada de críticas al sector empresarial cuando de forma equivocada quiso igualar las implicaciones del despilfarro de los funcionarios públicos ( que son pagados con los recursos de los contribuyentes carajo ) con los posibles gastos excesivos de algunos empresarios privados. Lo que haga o no haga un empresario privado con su dinero es problema de él. Por dios, como se le ocurre al Gobernador del BC salir con ese disparate.
Lo más reciente es la reacción desproporcionada y sin fundamentos que hiciera la Presidencia de la República, donde cuestionaba la actitud asumida por el Consejo Nacional de la Empresa Privada ( CONEP ) ante la aprobación con mayoría simple de las observaciones de la Ley del Consejo Nacional de la Magistratura ( CNM ). El CONEP simplemente está reclamando que se cumpla con las Constitución, que establece claramente que se requiere una mayoría calificada de dos terceras partes de los miembros presentes de la cámara en cuestión.
Esa reacción desaforada ha provocado que practicamene todo el empresariado hiciera una declaración pública exigiéndole a los Poderes Ejecutivo y Legislativo que cumplan con la Constitución. Antes estos errores, hay que preguntarse: ¿ Qué está pasando con los altos funcionarios que están tan agresivos, belicosos y erráticos ?
Eladio Contreras R.
Director Editorial
Los empresarios dominicanos parece que están pagando el haber participado con mucho entusiasmo y alegría en algunas actividades con los precandidatos ( Hipólito Mejía y Miguel Vargas ) a la Presidencia de la República, del Partido Revolucionario Dominicano. Desde el Palacio Nacional parece que se entiende que hay entendimientos entre empresarios y oposición que van más alla de las coincidencias casuales.Ya nadie cree el cuento de que personalidades de la vida empresarial y política lleguen casi juntos a restaurantes famosos y que para reducir la cuenta coman en la misma mesa. Eso ha provocado la ira oficial que está llevando a que se pierda la objetividad y la compostura de funcionarios públicos, comenzando con el número uno.
Desde hace unos dias se está percibiendo una especie de falta de sincronización en pronunciamientos y acciones de los altos funcionarios de Estado Dominicano ( de los tres poderes del Estado ).
El primero que puso su nota disonante lo fue el Presidente de la República, cuando tratando de justificar "conceptualizadamente" no darle el 4% del PBI a educación, sencillamente desató la campaña cívica más impactante en la Rep. Dom. de los últimos 20 años: La lucha de las sombrillas amarillas y todo lo que sea amarillo. Para defender a su jefe, todos los funcionarios, aun aquellos con tradición y vida en el sector educativo, apoyaron los pronuciamientos del Presidente, no sabiendo parece que se rebajaban como profesionales y ciudadanos, sólo por estar en su carguito.
Hace unos dias, el Gobernador del Banco Central, una persona que casi siempre está en un perfil bajo y de poca conflictividad, le lanzó una andanada de críticas al sector empresarial cuando de forma equivocada quiso igualar las implicaciones del despilfarro de los funcionarios públicos ( que son pagados con los recursos de los contribuyentes carajo ) con los posibles gastos excesivos de algunos empresarios privados. Lo que haga o no haga un empresario privado con su dinero es problema de él. Por dios, como se le ocurre al Gobernador del BC salir con ese disparate.
Lo más reciente es la reacción desproporcionada y sin fundamentos que hiciera la Presidencia de la República, donde cuestionaba la actitud asumida por el Consejo Nacional de la Empresa Privada ( CONEP ) ante la aprobación con mayoría simple de las observaciones de la Ley del Consejo Nacional de la Magistratura ( CNM ). El CONEP simplemente está reclamando que se cumpla con las Constitución, que establece claramente que se requiere una mayoría calificada de dos terceras partes de los miembros presentes de la cámara en cuestión.
Esa reacción desaforada ha provocado que practicamene todo el empresariado hiciera una declaración pública exigiéndole a los Poderes Ejecutivo y Legislativo que cumplan con la Constitución. Antes estos errores, hay que preguntarse: ¿ Qué está pasando con los altos funcionarios que están tan agresivos, belicosos y erráticos ?
Comentarios